- El Dr. William Aranguibel, médico del Servicio de Urgencia de Clínica Los Leones, entrega recomendaciones útiles para reaccionar en forma oportuna ante los accidentes en el agua y así evitar sus graves consecuencias.
La Calera, 16 de enero de 2020.- La asfixia por inmersión es la primera causa de muerte accidental en niños de 1 a 5 años en nuestro país, y el 86% de los accidentes en el mar, piscinas, ríos y lagos ocurren en presencia de otras personas que podrían haber hecho algo para prevenir o salvar a esa persona. De acuerdo a información de la Fundación Aguas Más Seguras, en la Región de Valparaíso hubo 9 fallecidos por esta causa en la temporada pasada.
El Dr. William Aranguibel, médico del Servicio de Urgencia de Clínica Los Leones, en la ciudad de La Calera, explica que los niños se encuentran más expuestos a sufrir este tipo de accidentes, pero que existen una serie de acciones que las personas pueden realizar para asistir en este tipo de situaciones, e incluso salvar la vida de alguien: “Las secuelas de un accidente por inmersión pueden llevar hasta el colapso y muerte del afectado, en cosa de minutos, por lo que es fundamental actuar rápido y mantener la calma en todo momento”, señala el profesional.
“Cuando una persona es rescatada del agua y respira en forma espontánea, se recomienda ponerla de lado, cubrirla para evitar el enfriamiento y llamar por ayuda, a viva voz si es necesario, o por los medios que se dispongan en el lugar. Si la persona está inconsciente o no se palpa el pulso, colocarla boca arriba e iniciar el masaje cardiaco de inmediato. Aunque no tenga experiencia, es preferible un mal masaje a no realizarlo.”
Gonzalo Lazo, presidente de la Fundación Aguas Más Seguras, explicó que “en promedio en los últimos cinco años, fallecen 340 personas al año por ahogamiento, y nueve de cada diez muertes ocurren en lugares no habilitados. Actualmente no existe ninguna política pública para prevenir estos lamentables accidentes”.
El Dr. Aranguibel recalca que “el principal mensaje es la prevención, especialmente con niños, estar atentos en todo momento. La coordinación de rondas o guardias de adultos ayuda a evitar estos accidentes y controlar a los menores.”
Otros accidentes en piscinas
- Heridas contusas y abrasiones: “Se deben manejar con agua abundante, cubrir la zona con gasa o toalla limpia y esperar ayuda. Si hay sospecha de fracturas, no mover a la persona, para evitar más daño”, recomienda el especialista.
- “Piqueros”: con el cuerpo muy caliente en agua muy fría pueden gatillar alteraciones del ritmo cardíaco y llevar incluso a un paro cardiorespiratorio en adolescentes y adultos jóvenes, por lo que la recomendación es evitar el sol excesivo antes de meterse al agua, concluyó el Dr. Aranguibel.