Dieta saludable: Limita las grasas saturadas, alimentos ricos en sodio o azúcar. Prefiere la fruta fresca, verduras y granos enteros, como el maíz, el trigo, la cebada y el arroz.

Realiza ejercicios de manera recurrente: Mejora tu circulación y fortalece tu corazón con ejercicio constante. Mantener tu peso saludable ayudará a tu colesterol y presión arterial.

Limita el alcohol: Las bebidas alcohólicas pueden aumentar la presión arterial y aumentar calorías no contabilizadas, lo que puede producir un aumento de peso.

Revisa tu presión arterial: Mantén controlada tu presión arterial de forma periódica, sobre todo si sufres de presión alta.

Evita fumar: Otro de los factores que eleva la presión arterial son los cigarros. Son una fuente constante de ataques cardíacos y accidente cerebrovasculares.

Controla el estrés: Aunque no lo creas, para cuidar tu corazón debes controlar tu estrés. Escucha música, hacer ejercicio, meditar o cualquier actividad que te tranquilice.

Dormir suficiente: ¿Sabías que el no dormir lo suficiente puede aumentar tu riesgo de hipertensión, obesidad o diabetes? Recuerda que, para un corazón sano, tu cuerpo adulto necesita al menos siete a nueve horas de sueño por la noche.

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